Relato Erótico: Una dulce adicción

adiccion“¿Qué le viste a él?” Es la sonora pregunta con la que no me dejan de molestar mis familiares y mis amigos más cercanos. Quizás ellos esperaban que me consiguiera un novio con un cuerpo de galán de cine, o con una cara de modelo italiano, y quizás, si yo tuviera quince años de edad, sí habría optado por un novio con apariencia de muñeco.. pero con media neurona en el cerebro. Afortunadamente, como todo el mundo sabe, a veces tu propio corazón te sorprende y si te dejas, te lleva de paseo por caminos desconocidos.

Yo era una mujer muy “calculadora”, de esas que prefieren parecer cubos de hielo antes que permitir que cualquier torpe las toque… hasta que lo conocí a él, y entonces, mi muralla comenzó a derrumbarse poco a poco. No sucedió en una noche, pero desde el principio supe que había algo inquietante en la mirada del chico nuevo de la oficina. Sus brillantes ojos marrones me transmitían un sentimiento muy intenso, difícil de explicar, pero capaz de erizar mis sentidos.

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Relato Erótico: Comida erótica para dos

pic nicSuspiró haciendo que él replicara molesto cuando algunos pedazos de pescado se resbalaron por su piel hasta caer en la base donde se encontraba.

–Estate quieta… – Masculló cogiendo con unos palillos los trozos caídos y limpiando con una servilleta su vientre antes de colocarlos encima.

–¡Pero! – Se quedó ella.

Él la acalló con un dedo sobre sus labios y siguió afanándose en colocar el pescado, y lo que no era pescado, sobre el cuerpo desnudo de ella, tumbada boca arriba sobre la mesa de la cocina donde se suponía tenían que estar comiendo en ese momento y no soportando semejantes ideas de su pareja.

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Relatos Eróticos

Relatos EróticosLa literatura es una de las riquezas más maravillosas que tenemos en el mundo, por eso es que hay que cuidarla como oro en paño para que no se pierda. Muchas personas piensan que no hay nada mejor que la comunicación hablada pero la literatura, el hecho de escribir esas palabras que no eres capaz de expresar mediante la voz, que te dan corte o que necesitas decirle a la otra persona, es algo muy importante también.

Si tienes en cuenta además que la palabra escrita puede seducir a la mente y envolverla en un momento de placer y deseo, no por el libro o los personajes en sí, sino por la persona que lo ha escrito y ha volcado parte de su ser en él, puede ser una bonita fantasía, ¿verdad?

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Diario de la Doctora Miss Love: ¡Ideas navideñas para una noche en pareja!

¿Por qué será que en Navidad nos damos más cuenta de la pareja? En la época previa a la Navidad mi consultorio siempre está lleno y siempre es por lo mismo: parejas que piensan que el otro no las quiere, o que se sienten que han despreciado a sus parejas y buscan que lo arregle.

Muchos me confunden con consejera matrimonial, cuando no lo soy, pero hay algunos casos que, después de ahondar, me doy cuenta que sí puedo resolverlos (a otros simplemente los desvío a un consultor matrimonial que es quien puede ayudar).

Pero, centrándonos en mis casos, os diré que todos ellos carecen de algo: información sexual. Si bien ahora en los colegios e institutos se habla de sexualidad, quizá sea porque los mayores tenemos dificultades de hablar de esos temas con los niños, hace que les expliquemos mal las cosas. Y claro, después pasa lo que pasa.

La sexualidad, aunque se diga que ahora es mucho más abierta, lo cierto es que no. Yo no lo veo así. Es verdad que se puede hablar de manera más libre que hace cincuenta años, pero aún nos queda mucho por aprender. Sigue leyendo

Diario de la Doctora Miss Love: Dime de qué presumes… y te diré lo idiota que eres

Uff, ahora mismo, si te digo la verdad, podría hacer arder a alguien con solo mirarlo. Estoy que trino y la rabia que me ha dado la persona que ha estado aquí ahora mismo ha hecho que hasta la persona que se encarga de coger las citas me pida diez minutos para salir corriendo de aquí. Y no es para menos.

Pero antes de que me digas que no entiendes nada, te lo voy a explicar. Como sabes, cada día recibo a diferentes pacientes. Algunos vienen con un motivo justificado. Otros no saben lo que les pasa e intentan que les digas o les asesores para saber qué hacer. Otros buscan ayuda. Y otros vienen parece que para tocar las “pelotas” y eso que no tengo.

Este paciente llevaba tres sesiones conmigo y, sinceramente, ahora entiendo por qué me lo había pasado mi compañera de trabajo. ¡Es insoportable! Ella tiene un problema en las relaciones de pareja. Lleva varios novios pero no consigue mantenerlos más de seis meses y claro, sus amigas empezaron a decirle que quizás era por algo que ella hacía, que intentara ir a un psicólogo a que le dijeran algo. Y ahí que fue. Sigue leyendo

Diario de la Doctora Miss Love: Buscando al príncipe azul desesperadamente

¡Qué daño ha hecho Disney! Lo sigo diciendo aún a mis años, y porque en televisión, y en dvd, se siguen viendo y vendiendo las películas en las que las mujeres esperan a un príncipe azul. ¡Y de esos no hay!

Ainss, hoy estoy un poco cabreada porque hay una chica que viene a mi consulta. No tiene los treinta años y ya ha estado deprimida por culpa de las relaciones sexuales. ¿Y por qué? Porque busca al príncipe azul desesperadamente y no se da cuenta de que eso solo existen en las novelas y en las películas y series, la realidad es otra completamente distinta.

A ver, no estoy diciendo que no haya príncipes azules en la vida real. Pero hay poquísimos y lo que más te encuentras son sapos verdes. Por eso es que es imposible que una chica pueda encontrarlo tan fácilmente.

Y ahora me dirás, ¿qué pasa porque lo busque? Pues nada, y todo. Cuando eres una mujer que busca un ideal de hombre y ves que no lo hay, ¿qué haces? Te deprimes, piensas que no vas a encontrar el amor, piensas que el problema eres tú y, al final, a quien le echas la culpa de todo es a ti misma. Y eso no me gusta nada. Sigue leyendo

Diario de la Doctora Miss Love: Los miedos del sexo cuando se está embarazada

¿Sabéis lo que es tener de paciente a una embarazada? Hace unas semanas me dijo mi secretaria que tenía una cita con una mujer que había llamado algo desesperada. Al principio pensé que era algo habitual, porque muchas veces pasa, pero cuando llegué y vi que estaba embarazada de siete meses, me extrañó mucho.

No sé, el test que le pasé era correcto, a simple vista no venía qué problema podía tener pues había una relación sólida, iba a ser padres por primera vez, y además veía que ella lo quería, y que confiaba en que él también la amaba.

Así que, cuando se sentó, le pregunté directamente cuál era el problema. Y me quedé sin palabras.

El problema de esta mujer era el miedo que le tenía al sexo en su estado.

No sabía si echarme a reír o empatizar con ella y pensar que muchas mujeres pasan por esos miedos. Pero, claro, normalmente eso se trata con el médico que te ve cada poco tiempo para ver cómo evoluciona el embarazo. Fue después cuando descubrí que, la persona que revisaba su embarazo, era su suegro. ¿Cómo iba a preguntarle algo así al padre de su marido? Ja, ja, ja, por eso prefirió buscar a una psicóloga relacionada en el sexo, para aclarar dudas y miedos que tenía. Sigue leyendo

Diario de la Doctora Miss Love: Me pongo pero no me pone

¿Alguna vez te has sentido como el título? ¿Alguna vez te has sentido excitada por algo pero, a la hora de la verdad, has perdido la excitación? Esto, aunque no lo creas, es algo muy habitual. Y un motivo por el que las parejas rompen.

Hace unos meses tuve en mi consulta una pareja que me decía eso mismo. La mujer se excitaba rápidamente, ya fuera porque la tocara su marido, porque viera alguna escena, o simplemente porque imaginara algo. El problema venía cuando miraba a su marido y… ploff, se le iba la excitación, o ya no le apetecía seguir. Y claro, dejaba al pobre marido que no podía aguantarse.

Lo primero que pensé fue en compadecerme del marido. El pobre tenía que estar pasándolo mal porque hablamos de una relación que, por un motivo o por otro, no pueden consumar bien. Por eso les pedí que me dijeran en lo que pensaban cuando estaban manteniendo relaciones sexuales. Sigue leyendo

Diario de la Doctora Miss Love: Mi pareja quiere sexo estando con la regla, ¿qué hago?

El otro día una de mis amigas me llamó por teléfono apurada. Y claro, como vi que no había forma de sacarle nada a través de la línea de teléfono, le dije de quedar (cosa que aceptó). Y después de un par de cafés, me confesó lo que había pasado.

Su novio y ella habían quedado unos días atrás y habían estado en su casa. Pero como ella estaba con la regla, sabía que, lo del sexo, quedaba descartado. Hasta que la cosa subió un poco y su novio, cuando ella le dijo que no podía por el periodo, se puso aún más burro. ¡Y lo hicieron!

Ya, ya sé que no es para tanto, pero si viérais a mi amiga y lo colorada que estaba. Más cuando yo me eché a reír e hice que las demás mesas nos miraran como si estuviéramos poseídas. Pero bueno, me hizo gracia porque es una duda que tienen muchas mujeres. Sigue leyendo

Diario de la Doctora Miss Love: Soy lesbiana, ¿y ahora?

De los muchos pacientes que tengo, un grupo al que me encanta ayudar es al que sale del armario. Da igual que sean gays o lesbianas, me encanta hacer que estas personas pierdan el miedo de ser como son, que no les importe que los miren o los tachen de una u otra forma porque en realidad no hacen daño a nadie con ello.

Y es que, en ocasiones, y por mucho que se diga, somos hipócritas porque decimos una cosa y pensamos otra, nos ponemos en la piel de ellos y, por detrás, les damos la cuchillada. Pues bien, en mi caso siempre trato de hacer lo correcto.

Uno de los pacientes que tuve, hará un par de años, me caló bastante. Era una chica que acudía por primera vez a mi consulta y me llamó la atención que, quien la acompañaba, era su madre. Al principio pensé que no era nada malo porque la madre habría notado algo, porque quería ayudar a su hija. Pero creo que era la hija la que estaba más perdida que ella.

Y es que, cuando se sentaron en el sillón y les pregunté cuál era el motivo de su visita, la hija no supo decirme nada y la madre se la quedó mirando y solo me respondió: eso mismo. Al principio pensé que era apatía, o algo por el estilo, pero conforme hablaba con ellas y sacaba información me di cuenta de lo que ocurría.

La hija no llegaba a saber que era lesbiana. Ella se sentía atraída por mujeres pero no pensaba que eso fuera algo que debiera sentir, de ahí que se censuraba y, claro, había algo que le faltaba, algo con lo que no se sentía feliz. Comenzó a salir con chicos y, aunque la cosa iba bien, al poco se cansaba de las relaciones.

La madre se había dado cuenta e intentado hablar con ella (en estas situaciones siempre es la familia la que censura, peor no la propia persona) pero no obtuvo buen resultado. De ahí venir a verme.

Y, sinceramente, la pregunta que le hice la dejó muy descolocada: ¿Por qué no te permites ser feliz? Creo que fue la primera vez que me miró directamente a los ojos de todo el tiempo que estuvo dentro. Y en ellos no encontró censura, ni miedo. Solo encontró a una persona que quería ayudarla, que quería que se sintiera bien siendo lo que le gustara ser, y que no pasaba nada por ser atraída por mujeres. Sigue leyendo