Diario de la Doctora Miss Love: ¡Hey, Speedy! No explotes tan rápido

Ay, Dios… En serio. Hay ocasiones en las que una prefiere quedarse en la cama y que el adonis que tiene al lado le haga el desayuno. Pero hoy tenía que ver a uno de mis pacientes y, claro, una se debe a ellos (mentira, me debo a mi dinero que es el que paga mi vida, pero como queda muy mal, mejor lo obviamos).

El caso es que, después de remolonear un poco y disfrutar de las mieles de un buen despertar, en todos los sentidos, lo que menos quería era lidiar con una persona que tenía problemas. Pero si podía solucionarlos, genial. Y claro, fue verme mientras esperaba en la sala y… Bueno, no sé cómo explicarlo de una manera educada, porque lo que se dice educada, educada… Digamos que el pobre hombre, al verme cómo iba, y destilando las feromonas y la satisfacción de estar bien… servida, se encendió. Y este hombre no puede hacer eso, que se me calienta demasiado.

Total, que el pobre tenía cita y tuve que esperar diez minutos a que fuera al baño y arreglara el problema. Mira que los hombres lo tienen difícil; eso de que sean capaces de excitarse en diez segundos y solo con mirar lo va a matar.

Y es que ese es el problema que tiene, que es un eyaculador precoz, mucho, y eso le hace tener una vida sexual prácticamente nula porque no es capaz de controlarse. Sigue leyendo