Diario De La Doctora Miss Love: Los miedos de la mujer para lanzarse

Muchas veces mis amigas me han preguntando cómo he sido capaz de sacar esa “mujer” de mí y hacer que, pase lo que pase, siempre me lancé y no me amilané ante lo que me diga un hombre, u otra mujer, no al punto de estar siempre atacando, pero sí el no echarme atrás ante nada y, si me intentan buscar, encontrarme, ya sea para tener relaciones o por otros motivos. Y siempre les respondo lo mismo, es cuestión de dejar a un lado los miedos.

Las mujeres, a lo largo de la historia, han estado teniendo muchos miedos, sobre todo a la soledad, al rechazo, a no ser lo que los hombres buscan,… Pero, ¿acaso una mujer tiene que condicionar su forma de ser por un hombre o, en general, por cualquier otra persona? Yo creo que no y eso es lo que me gustaría que intentaras conocer, querid@ porque no siempre ocurre esto. Hay muchos miedos que afectan a las mujeres y hacen que, junto con una baja autoestima, al final no se pueda conseguir lanzarse, pero eso no tiene nada que ver porque los miedos se pueden vencer.

Además, ten en cuenta una teoría que suelen utilizar cada vez más para explicar la infidelidad de los hombres. Cuando antes se vivía en pueblos o tribus, estaban formadas por mujeres que vivían solas, y los hombres eran nómadas que llegaban, hacían su función y se iban sin tener ningún tipo de vínculo con las mujeres, al menos la gran mayoría. ¿Esas mujeres no eran lanzadas? Yo creo que sí y mucho más de lo que podemos ser ahora, a la par que independientes y valientes por vivir solas.

Pues ahora ocurre lo mismo, hay que echarle “ovarios”. Y eso quiere decir romper con los miedos que se puedan tener.

Entre esos miedos, uno que es el que más frena a las mujeres es el hecho de parece demasiado “diva” o altanera cuando en realidad no tiene nada que ver. Has de demostrar que eres una mujer capaz de vivir por ti misma y de tomar aquello que quieres de la vida, ya sea sexo, un hombre o cualquier otra cosa. Ahora bien, ya dependerá de si lo haces por las buenas o por las malas que te llamen de una manera o de otra.

La sociedad es otro de los miedos que se tiene porque… ¿a que al final siempre te acabas fijando o viendo lo que la sociedad acepta para que no te critiquen? Pues esto es algo parecido. Siempre se ha dicho que la mujer va detrás del hombre y hoy día no es así; de hecho ahora están a la par, pero aún así hay todavía una mentalidad en la que la mujer no es la persona más lanzada o dominante de la pareja sino más el hombre, el caso contrario todavía choca y aún así atrae tanto a hombres como a mujeres (a partes iguales, a un hombre porque le resulta seductor el que una mujer sea la que inicie la relación y que se vea dominado por ella; y a la mujer que le llama la atención el poder que tiene la mujer sobre otros, su liderazgo y capacidad por conseguir tener esa determinación, personalidad y carácter).

Podría estar enumerando montones de miedos de las mujeres para lanzarse pero creo que los dos que he dado son los más importantes a tener en cuenta por nosotras. ¿Quién me dice algunos miedos más?

¿Y qué se hace con esos miedos? Algo muy sencillo: tirarlos a la basura. Simple y llanamente. Hay que olvidarse de ellos y desecharlos porque no te sirven para nada. Lo único que los miedos están consiguiendo es que no llegues a ser una mujer completa y autónoma, que sepas hacer las cosas por ti misma.

No es fácil, lo se, y a veces te acabas echando para atrás porque no te gusta cómo te miran o lo que dicen de ti, eso ya depende de cada persona, pero… ¿no hemos dicho que no nos importa lo que digan los demás? Pues aquí es algo parecido, se trata de pensar en ti y en cómo estás más cómoda, si siendo más o menos dominante o sumisa. Solo tú puedes labrar tu personalidad, no los demás.

Y cuando sientas que te hundes porque crees que te equivocas, lo mejor es intentar pensar objetivamente para saber si lo que haces es de verdad algo que está bien o no. Habrá a quienes les guste, quienes te critiquen y quienes te rechacen. Y a ellos te diré que hay millones de personas en el mundo, si no gustas a unos, ya habrá otros a los que sí.