Diario De La Doctora Miss Love: Dar rienda suelta a la pasión… En cualquier sitio

Hay personas que son muy fogosas y, cuando están con su pareja, o con alguien con quien le gusta estar, suelen disfrutarla al máximo, en cualquier sitio, a cualquier momento. Esto es algo que puede gustar o no a la otra persona, y que hay que respetar, pero al principio de una relación es tolerable y divertido, por eso es que ahora se ve muchas acciones de este tipo en la calle, o en zonas que, se supone, no son para intimidades, pero se dan.

En el lugar donde vivo suele haber algunos sitios ideales para practicar y dar rienda suelta a la pasión sin que los demás te vean, y aún viéndote, que no lleguen a descubrirte “con las manos en la masa” aunque sí puedes correr el peligro de ello. Es un tipo de sexo que podríamos decir rápido y además peligroso, pero al mismo tiempo nos hace que la adrenalina suba y puedas llegar a divertirte más.

Hasta hace unos años dar rienda suelta a esa pasión que tenemos era una desfachatez, más viniendo de una mujer. Pero hoy día no es así, sino al contrario, parece que cada vez más el que las mujeres tomen el control de la situación, que se dejen llevar por sus ganas de relaciones sexuales, de sexo al fin y al cabo, es lo que está de moda lo cual permite a la mujer liberarse mucho más de las cadenas del hombre y dejar que ella sepa lo que quiere hacer con su sexualidad, si quiere estar acompañada o no, y cómo quiere divertirse.

Muchos aún se quedan con la boca abierta cuando ven a una mujer “dominando”, de alguna forma, a un hombre, porque no lo ven como lo normal, pero lo cierto es que parece que se va imponiendo y la mujer, donde me incluyo, hemos terminado de ser secundarias, un anexo de los hombres, para ponernos a su lado, incluso elevarnos sobre ellos, de tal forma que puedas disfrutar de esas libertades que los hombres han tenido.

Lugares donde se da esa pasión hay muchos, tanto los que son en la intimidad del hogar como fuera del mismo. Te pongo un ejemplo, dentro de la casa uno de los sitios donde puedes practicar con tu pareja (caricias, besos, sexo o más) es la cocina. ¿Te imaginas lo divertido que es acercarte a tu pareja por detrás y poder hacerla disfrutar como nunca de un sexo explosivo mientras hace la comida. Seguro que disfrutará como nunca, y lo he probado, así que se de lo que se habla, querido.

Otro de esos lugares, un poco más expuesto, es hacerlo delante del balcón o la ventana. El miedo a que te vean, la intensidad con la que puedes sentir y dejarte llevar, hará que sea muy diferente e incluso te guste lo suficiente para subir en grados y poder contar con una mayor pasión a la hora del sexo.

En lugares más públicos podrías pensar en un cine. Muchas veces he ido a uno y me he encontrado con que la pareja del fondo, en lugar de prestar atención a la película, se la prestaban el uno al otro, y las manos no estaban precisamente en las palomitas o el refresco, creo que ya me entiendes. No es malo, siempre y cuando no se le haga daño a nadie, y tampoco es algo que puedas pensar que se deba censurar si no se pillan. Además, cuando hay pasión por encima y ganas de la otra persona, da igual el lugar, necesitas sentirlo de alguna manera.

Esto es quizás lo que ocurre en los restaurantes, uno de los lugares donde más sucede esto porque tienes un sitio donde puedes haber pedido alimentos afrodisiacos y ahora estás más “necesitado” o “necesitada” de esa pareja que tienes delante o al lado sin que puedas evitarlo. Aquí, como en muchos lugares, tienes la opción de agacharte y meterte bajo la mesa, o bien ir al baño. Eso si no te atreves a hacerlo directamente (siempre con el decoro). ¿Te imaginas la cara de tu pareja si la tocas en ese momento? ¿Y el camarero?

Como ves, hay muchos lugares donde dar rienda suelta aunque el decoro y el respeto deben lidiar siempre, no vaya a ser que te metas en un lío. Te repito que malo no es, y puede ser iniciativa de un hombre o de una mujer, así que es cuestión de ponerte manos a la obra y echarle ganas porque disfrutarás y, si ya llevas tiempo con él o ella seguro que terminas con la rutina.

¿Te animas a probar lo que yo ya he probado?