A veces las mujeres nos cohibimos mucho a la hora de pensar en nosotras mismas y al final no hacemos lo que queremos hacer por miedo al qué dirán, a lo que piensen o simplemente a que no lo vean bien. Pues, ¿qué nos importa? Pero a lo que iba querid@s, ando preparando la fiesta de Año Nuevo que voy a celebrar en casa, como todos los años.
Es verdad que es mucho trabajo pero merece la pena porque suelo montar de las mejores fiestas de mi barrio y gustan mucho (aunque, eso sí, a las 4 de la mañana los estoy echando o mejor dicho, lo que hago es que nos inviten a churros y a chocolate en un restaurante cercano (jejeje, que una tiene mano con los camareros que haya, aunque lo cierto es que la mano suele estar en otros sitios, no precisamente en la parte de arriba). Sigue leyendo
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