Diario de la Doctora Miss Love: Felices vacaciones de Semana Santa

playa¡Loves! Ya estamos de vacaciones. ¡Por fin! No sabéis las ganas que tenía de que llegara esta semana de vacaciones porque, ¿a que no sabéis dónde me voy? ¡A la playa! Sí, ya sé que no hace tiempo de playa, o al menos no todos los días, pero es que no puedo remediarlo, ¡me encanta!

Me voy al sur, me ha invitado un amigo a su casa en la playa y no he podido resistirme. Estaremos una semana los dos solos pero no me importa porque está la playa y pienso pasarme allí casi todas las horas que pueda, aunque sea tumbada en la arena. Disfruto mucho con ella.

Creo que la culpa es una de las mejores experiencias sexuales que he tenido, ¿no os la he contado todavía? Veréis, fue a los 20 años, cuando estaba con un chico que había conocido hacía un par de semanas. Los dos veraneábamos en el mismo lugar y bueno, empezamos a hablar en la playa y poco a poco fuimos buscándonos, quedando para comer, para salir por la noche, etc. Yo había ido allí sola porque no tenía ganas de que los amigos empezaran a hacer planes y demás, prefería ir a mi bola y así fue como acabé con él que había ido allí porque se iba de España y quería despedirse de su tierra natal y sobre todo el mar, que le encantaba.

Pues bien, hicimos tan buenas migas que el verano lo acabamos juntos y, en esos días, él se fue acercando y yo igual hasta que ocurrió lo inevitable, obviamente en una joven de 20 años y él… mmm, tenía 32 creo, estaba de muy buen ver y francamente, a mí la edad me da igual siempre y cuando sienta algo por esa persona, aunque solo sea deseo sexual.

El caso es que, una de las veces que estábamos en la playa, nos metimos juntos y empezamos a jugar con una pelota. Yo llevaba un biquini y en una de estas se me desató por detrás (no del cuello sino de la espalda). Me tapé enseguida, no se vio nada pero, al darse cuenta que la pelota me cayó justo en la cabeza y yo grité (no fuerte pero ya sabéis lo que duele un pelotazo en la cabeza) pues se acercó a ver si me había hecho daño.

Yo le dije que no pero no apartaba las manos de los pechos y se dio cuenta de las cuerdecitas de la parte de arriba. Así que, ni corto ni perezoso, me hizo avanzar más hacia el mar hasta que me cubría  la mitad del pecho y se puso detrás de mí. Fue cuando me rodeó con sus manos y las metió debajo de la ropa para coger mis pechos. Empezó solo a acariciarlos a pesar de que le decía que se estuviera quieto, que nos podían ver. Pero no se detuvo, sino que fue a más.

Noté que empezaba a excitarse (menos mal que el agua era templada en esa zona donde estábamos porque con el agua fría hubiera sido más difícil jajaja) y bueno, digamos que dimos un buen espectáculo a los peces porque tuvo mucho cuidado de que no nos pillaran y también ayudó que nos alejáramos bastante aunque después costó lo suyo volver a la playa, que ya sabes que parece que el mar lo que hace es engullir a todo el que pretende dárselas de listo.

¿Qué hicimos? Pues… tú qué crees. Si no has probado el sexo en el agua entonces siento decirte que te has perdido una de las mejores cosas que hay en la vida y que deberías hacerlo, eso sí, con algunas precauciones que después esa zona se puede irritar fácilmente, tanto para el hombre como para la mujer.

Y esto venía… esperad que ya me perdí…. ¡Ah, sí, las vacaciones de Semana Santa! Jajaja, esto me ha hecho que me ponga un poco necesitada en estos momentos así que ahora cogeré mis juguetitos o llamaré a la puerta del vecino jovencito que se ha mudado hace un mes. Sé que está estudiando segundo de psicología y le dije que si quería clases particulares… No sé yo, creo que voy a probar a ver qué tal es, que además es muy mono y el pobre se ruboriza cuando me acerco jajaja, al final lo voy a pervertir pero es mayor de edad y quizás quiera.

¿Qué me recomendáis: pedir una taza de azúcar o ir por un poco de aceite? No sé, no sé, tiene que ser algo que lo incite a que hay algo más…

¡Hasta otra, Loves!

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