Diario de la Doctora Miss Love: Miedo al sexo

miedo-al-sexo¿Cómo se puede tener miedo a practicar una cosa que ofrece al cuerpo tantos beneficios? ¿Cómo puede estar una persona, en la época en que vivimos, obsesionada con que el sexo no es algo bueno, que solo ha de hacerse en la intimidad del hogar y con la persona que es tu marido, y encima censure porque las mujeres o los hombres hablen o empleen palabras relacionadas con el sexo en la calle? Si, creedme Loves, hay personas así y son cuando yo más me cabreo porque, esas personas, hombres y mujeres, te miran como si fueras el mismo demonio (y lo siento, pero cuando eso pasa lo que hago es que me vuelvo más diablesa y me exhibo más porque no es malo lo que hago, soy consciente de mi sexualidad, de mi cuerpo, y lo exhibo, no para ser tachada de lo que puedas estar pensando, sino porque estoy segura de mi misma).

Pero bueno, hoy estoy algo cabreada con una de mis amigas que ha decidido venir de visita y he visto que sigue en sus trece de cambiarme. Ella ha tenido novio desde los 10 años y solo ha conocido a ese hombre con quien se casó al cumplir los 18 años en una boda preciosa, tradicional y tranquilita. Por decirte, fui la única en llevar un traje rojo mientras las demás iban de rosa o de amarillo… Así que imagina los hombres cómo me mirarían a mí… El caso es que ella solo ha tenido relaciones con su marido, con nadie más, y odia hablar de sexo con nadie, ni siquiera con sus amigas más allegadas. Para ella ese tema es algo que solo debe comentar con su marido y, si ya hablamos de juguetes eróticos, ataduras, jugar con el dolor… os lo prometo, estoy segura que se desmaya en el acto.

¿Piensas que ya no hay ese tipo de mujeres? Pues creo que te equivocarías. Quizás mi amiga sea uno de los casos extremos pero hay muchas mujeres que siguen teniéndole miedo al sexo y eso es porque, de pequeñas, no se les enseña a ellas que no es malo, que no pasa nada porque te intereses en el sexo o quieras saber más de él. Eso parece que solo es para los hombres y hoy en día no debería ser así.

Hay que tener en cuenta que los hombres todavía son más liberales con el sexo pero, ¿por qué no las mujeres? ¿Qué pasa si una mujer quiere saber más de sexo o de los juguetes eróticos? ¿Hacerlo en otro sitio que no sea la cama? ¿Ser ella la dominante?

Con mi amiga tuve una buena pelea porque me pilló en casa con solo algo de lencería y una bata que suelo usar para ocultar mi cuerpo cuando vienen visitas, pero sin sentirme cohibida que si somos mujeres se supone que tenemos las mismas cosas. ¿Que se sintió incómoda? Sin duda, además, era extraño ver cómo ella iba con una falda por debajo de las rodillas, una camiseta de cuello redondo y una rebeca, todo ello de colores apagados, negro y beige. Y no digo que no fuera elegante, iba muy elegante, pero con eso no llamaba la atención, y es guapa, os lo digo yo.

Hablar de sexo con mi amiga es toda una odisea, porque ella lo ve como una forma de disfrute del hombre, no de la mujer. Y claro, por eso no paso. ¿Acaso las mujeres no disfrutamos del sexo? Si, vale, ya se que depende de la pareja y de que nos satisfaga o vaya a lo suyo solo, pero en general, las mujeres podrían disfrutar, y mucho, de su pareja, y de lo que sienten al tener sexo, sobre todo si se relajan. Basta de pensar que somos un objeto de placer, que no somos un masturbador para ellos (es decir, que no somos un juguete erótico donde ellos meten su herramienta y ya). También las mujeres tienen iniciativa, sueños, deseos, y sobre todo hay que cumplirlos para tener una buena experiencia.

Me da pena mi amiga que no se abre a este mundo tan hermoso pero, ¿sabéis qué? Con otras amigas le hemos preparado una encerrona. Tanto su marido como ella están invitados a una cena especial solo que no saben que, esa cena, es en realidad una reunión tuppersex con un menú especial (todos los platos tienen formas relacionadas con el sexo). Estoy deseando ver la cara de mi amiga cuando entre porque no va a poder salir de allí hasta que no pasen 2 horas, hemos pedido al restaurante que cierre todas las puertas y ventanas durante dos horas y que nos dejen a solas (menos mal que conozco al dueño y ha querido hacerme el favor que si no…). Ya os contaré cómo fue Loves.

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